El noble palacio Mukden
Se trata de uno de los edificios más admirados de China. Su estructura señorial y añosa genera veneración en turistas y nacionales. El palacio Mukden, parecería un recordatorio de un pasado legendario que no ha “pasado” aún, sino que todavía persiste, motivando el orgullo chino por su historia milenaria colmada de personajes y situaciones muy interesantes.
Al palacio Mukden, también se le denomina Palacio Imperial Shenyang, y es una construcción de la nueva Dinastía Quing, que transcurrió de 1616 a 1910. Está enclavado en la urbe de Shenyang, en la provincia china de Manchuria.
Para que los futuros visitantes de China tengan una noción cabal de la valía de este monumento, es conveniente comentar algunas referencias históricas: fue el gran emperador Nurhaci, quien ordenó se erigiese buena parte del Mukden, en 1625. Una década después, el emperador Hung Taiji le añadió algunas plantas accesorias.
La intención de estos gobernantes era que el Mukden se asemejara grandemente a los edificios de la Ciudad Prohibida de Pekin. No obstante, es innegable que la construcción muestra detalles de las tendencias arquitectónicas manchurianas y tibetanas. Ya en el siglo XVIII, bajo el reinado de Qianlong, se le amplió todavía más; y en 1955, considerado como una una extensión de la Ciudad Prohibida, el palacio Mukden fue finamente declarado, por su belleza y relevancia testimonial, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.