Los pueblos más tranquilos de Japón para un viaje relajante
La magia del continente asiático le permite sostener en su interior un sinfín de destinos dignos de conocer. Entre esos destinos deseados por cualquier viajero en el mundo destaca Japón, cuna de nacimiento del manganime y aposento de un enorme repertorio cultural. Pero las características positivas del país nipón trascienden más allá de estos elementos previamente mencionados e incluye también una gran variedad de hermosos pueblos. Precisamente en ello es que enfocaremos la información que sigue a continuación: en los pueblos más tranquilos de Japón para vivir un viaje relajante.
Takayama, el primero de los pueblos japoneses que te recomendamos visitar
Viajar a Japón es igual a tratar de vivir una experiencia inolvidable mediante los elementos que mejor representen el espíritu tradicional de la nación. Por ello, te recomendamos especialmente acudir a la región de Takayama, uno de los pueblos más bonitos, tranquilos y relajantes de Japón.
Se encuentra ubicado en medio de los imponentes Alpes japoneses y se llega hasta allí fácilmente mediante la línea de trenes que conecta todo el país. El pueblo está repleto de casas tradicionales del antiguo periodo Edo, puedes encontrar gran cantidad de tiendas artesanales y galerías de arte, además de callejuelas sumamente bonitas y acogedoras. Takayama es el plan perfecto para unas vacaciones relajantes y que jamás olvidarás.

Miyajima, un viaje a través del tiempo
Miyajima o Itsukushima, como prefieras llamarle, es uno de los pueblos más relajantes de Japón para conocer en una travesía de fin de semana. Destaca por ser una humilde y pequeña población situada junto al mar, y por ser una de las ‘ciudades’ más antiguas del país, puesto que cuenta con edificaciones que datan del año 600.
El pueblo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y la única manera de acceder al mismo es viajando en barco. Entre sus lugares de interés destaca también el parque natural de ciervos, en el que podrás fotografiar a los mismos o compartir con ellos. Además, la gastronomía de la zona es verdaderamente exquisita, así que tu paladar también resultará satisfecho.

Kamakura, una de las antiguas capitales de Japón
El poblado de Kamakura fungió como capital nipona entre los siglos XII y XIV, y se perfila como otro de los pueblos más bonitos y tranquilos del país que todo turista merece conocer. Se ubica sumamente cerca de la capital, Tokio, por lo que es fácil acceder mediante la línea de trenes que conecta ambas ciudades. Sus miradores te ofrecen la esplendorosa oportunidad de disfrutar del Monte Fuji, mientras que puedes darte a la tarea de acudir a algunas de sus playas surfistas o visitar el templo Kotoku-in, cuyo patio interior alberga el segundo Buda más grande de Japón.

Nagano, uno de los pueblos samuráis que aún conserva su esplendor
Volviendo nuevamente al tema de la cultura japonesa y los inmensos elementos históricos que alberga, cabe destacar en esta lista a uno de sus pueblos samuráis más emblemáticos: Nagano. Pese a que han pasado los siglos y la cultura japonesa se va renovando conforme avanzan los años, conserva el mismo aspecto de antes.
Destacan esoecialmente sus calles antiguas en las que se ubican las posadas donde se alojan los viajeros. El pueblo prohíbe la circulación de coches y vehículos a motor para conservar su magia original. También es una localización perfecta para usar como base de partida y salir hacia otros pueblos destacados del país.

Nagoro, el pueblo de los muñecos
La particularidad de Nagoro no es solo que se ubica en medio de una imponente montaña, sino que al ser una de las aldeas más remotas de Japón no tiene gran cantidad de habitantes. Por lo tanto, en un intento de “llenar el pueblo de residentes”, se ha establecido la idea de colocar muñecos en la ciudad por cada persona que fallezca. Sabemos que resulta un poco “tétrico”, pero allí radica el mayor ‘atractivo’ de Nagoro. Hay quienes consideran que viajar a Nagoro es una acción propia de valientes, puesto que no todos ven con buenos ojos la idea de convivir con muñecos que ocupan el lugar de personas fallecidas. Aún así, es uno de los pueblos más bonitos y tranquilos del país.

Kakunodate, otro de los pueblos que conserva el antiguo esplendor samurái
Los parajes excepcionales y las casas de estilo tradicional samurái están a la orden del día en este relajante y hermoso pueblo situado en el distrito de Senboku, prefectura de Akita. Entre sus elementos característicos más resaltantes te encontrarás con la muralla que rodea a la ciudad, instaurada en el año 1600 y que aún se mantiene intacta. También es el poblado más longevo de la región de Tohoku y tiene auténticas residencias y escuelas samuráis con más de 350 años de antigüedad.

Magome, cuyos riachuelos te trasladan al clímax de la relajación
Tan particular como maravilloso, dos características que muy pocos pueblos del país logran contener al mismo tiempo. No basta con ser uno de los lugares más bonitos de todo Japón, sino que también es capaz de albergar una suntuosa capacidad de relajar a quienes le visitan por el clima de paz que se respira apenas pones un pie en el poblado.
Allí tendrás la oportunidad de vivir tal y como viven los japoneses, alojándote en alguna posada turística con vestigios propios de la cultura oriental y desde las que podrás ver los pacíficos riachuelos que corren cuesta abajo. Es uno de los sitios preferidos por los turistas extranjeros y por los mismos japoneses, que viajan con la finalidad de desconectarse del estrés.

Estos son algunos de los pueblos más relajantes de Japón para vivir unas vacaciones, sean cortas o largas, de ensueño. Son tan espléndidos que no te arrepentirás de conocerlos, tenlo por seguro.