Religión china: el Taoísmo
En torno a Lao-Tsé, el fundador del taoísmo, hay mucha falta de información, aunque se cree que pudo vivir a la vez que Confucio, y de hecho recoge su misma idea del ‘medio’ de equilibrio, de las tradiciones chinas antiguas.
La idea de ‘tao’ es un camino. La misma palabra está formada por dos significados: ‘caminar’ y ‘cabeza’, y se conceptualiza como ‘el que camina’, en torno al principio más básico del universo: el Tao.
El Tao está en todo pero en ninguna parte y para conseguir la felicidad el hombre debe buscar la comunicación con la naturaleza, que es el Tao.
Esta unión se consigue según Lao-Tsé a través de principios como el de ‘no-acción’ (wuwei) ligado también al principio de la espontaneidad o la acción libre.
A su alrededor, se generaron también manifestaciones cercanas como el Tian-Xi-Dao, en el siglo II a.c., cuyos integrantes se obsesionaron con la idea del elixir de la inmortalidad, o durante el siglo IV,otras tendencias que potenciaron las revelaciones a través de médiums e incluso en el siglo XII, con ramas que hacían magias basadas en los sueños.
El taoísmo fué también influente en las cuestiones artísticas, pues contribuye al desarrollo de los dibujos de paisaje monumental. En ellos está la idea de unión y paisaje inabarcable, que ayudaba a viajar a lo espiritual.
El taoísmo se llegó a convertir en una religión muy popular, pues creía más en el poder como individuo que como sociedad.