Personajes poco “moe”
En la sociedad japonesa el peso y el aspecto personal son dos temas muy importantes independientemente de la edad y el sexo de las personas. Además, la cultura de lo kawaii y el moe ha permitido en muchos aspectos de su cultura y sus costumbres.
En el mundo del manga y el anime los personajes, especialmente los femeninos, parece que deban cumplir obligatoriamente todos estos estándares, y más recientemente, cuando los niveles de moe pueden llegar a ser hasta “pegajosos”. De hecho, es fácil, sus protagonistas se dibujan, por lo que pueden parecer recién salidos de un molde divino sin apenas dificultad. En la vida real esta situación ideal es mucho más complicada, y en muchos casos es efímera o va acompañada de una serie de procesos quirúrgicos y de maquillaje.
Pero a pesar de ello, los personajes “regordetes” o que al menos no cumplan estrictamente esta rigidez estética van abriéndose poco a poco un pequeño hueco, no solo en la cruda vida real, sino también en el ideal mundo del manga. Pochamani, un manga obra de Hirama Kaname, nos cuenta la historia de amor entre una chica regordeta y un chico al que le gustan las chicas “redonditas”.
Manekoi, de Moritaishi, también trata este tema, incluyendo una sub-heroína de figura oronda y con gafas. También la heroína de Kabocha Wine, de Mitsuru Muura, tiene formas orondas. Incluso la vida real se están volviendo muy populares mujeres como Watanabe Naomi y Yanagihara Kanako, cuyo talento en el género de la comedia supera con creces su aspecto totalmente contrario a los cánones estéticos que se suele exigir a la gente del mundo del espectáculo para poder triunfar.