Café de Mayordomos
Prácticamente cualquier otaku del mundo ha oído hablar de los “maid café”, y probablemente ha soñado con poder ir alguna vez a uno. Se han hecho reportajes al respecto, se ha exportado el concepto y se han realizado algunos en otros países, sobre todo de forma temporal en eventos relacionados con el mundo del manga y el anime, y existen numerosas variantes, desde los cafés de “hermanitas pequeñas” a los “cafés sengoku”. En general, lo que todos tienen en común es que te sirven unas camareras muy especiales, vestidas de sirvientas o “maidos”, con la imagineria moe que podemos ver en las series de anime, y un trato mucho más personalizado.
Los que posiblemente no sean tan conocidos es la versión “para LAS otakus”, los cafés de mayordomos que, aunque mucho menos numerosos, también existen en Japón. Ahora ha abierto un nuevo café de este tipo en Nagoya, lo cual realmente no sería una gran noticia, excepto porque el personal que será empleado en este quizás nos sorprenda teniendo en cuenta la imagen mental que seguramente os habréis formado del establecimiento.
Al contrario de lo que podríais imaginaros, en Butler’s House, que es como se llama el establecimiento, los “mayordomos” no pueden ser chicos guapos y muy jóvenes, que sería la versión masculina de lo que sueles encontrar el los maid cafés. Y es que como en las ofertas de trabajo de su página web han dejado muy claro, los jovencitos tan solo pueden servir como ayudantes o porteros, los mayordomos deben ser hombres de entre treinta y cincuenta años, y que evidentemente tengan experiencia en el servicio en bares u otros establecimientos similares.
Por otra parte, aunque parezca un contrasentido, en el Butler’s House también contratan “maidos”, pero no para servir las mesas, ni con el aspecto de las que se pueden encontrar en Akihabara, si no mujeres de más de cincuenta años, y su función será cuidar de los hijos de los clientes.
Sin duda el Butler’s House es un Café de Mayordomos muy distinto a lo habitual, totalmente fuera de lo esperado, dirigido a un sector del público cada vez mayor, que ya no se puede englobar en el estereotipo del “otaku” habitual, pero que igualmente disfruta con todo lo relacionado con este mundo.