So Chung-Ju: la delicada poesía coreana
Nacido en mil novecientos quince, en la comunidad de Booan-Myon, en Chunbuk, Corea del Sur, el futuro poeta So Chung-Ju ingresa muy joven en el Instituto Superior de Budismo. En mil novecientos treinta y seis salió triunfador en un certamen del periódico “Dongailbo” merced a su bello poema titulado “La pared”.
No mucho después abandonó sus actividades de estudiante, para dedicarse de lleno a la revista de creación poética, “Aldea de los poetas”. Durante mucho tiempo fungió como integrante de la Academia de Arte y participante destacado de la Junta de Consejo Literario Coreano. El poeta murió en el año 2000.
De entre sus numerosos trabajos de poesía y ensayo, varios de ellos merecedores de importantes reconocimientos y galardones, destacan: Serpiente colorada (1941) El cuco (1946), El cielo del invierno (1968) y El mito de Guilmajae (1975).
La siguiente es una breve composición que nos ejemplifica el delicado arte de So Chung-Ju:
“Ligeramente”
Amada,
me he decidido a no acudir a nuestra cita;
en cambio, a la mitad del camino
he de hacer novillos o divagar un poco.
En vez de ti
pensaré ligeramente
en la hierba.
No sé si esto sea construir un convento
entre tú y yo, sin embargo
he de hacerme ya el distraído
y construir levemente un templo de hierbas.
La poesía de So Chung-Ju parte de una vivencia existencialista del mundo para desembocar en una intuición mística de la realidad entera. La profundidad del budismo y la honda reflexión del pensamiento del Tao componen el trasfondo de su obra literaria.
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