Cumbres mágicas de China (I)

Para quien piense que no existen lugares de sortilegio en el mundo, se puede recomendar la visita a ciertos parajes del territorio chino, que en su majestuosidad y pureza silvestre, resultan más que fascinantes. De entre tales sitios, se pueden mencionar a algunos montes considerados como sagrados, por obra de su bella estampa y atmósfera de misterio. En general se trata de notables elevaciones, casi todas con una altura cercana a los 2,000 metros sobre el nivel del mar, con peñascos y crestas de caprichosa conformación.

Lo que si tienen todas en común es la posibilidad de disfrutar desde sus cumbres de panorámicas extraordinarias, que nadie debería perderse. A continuación comentaremos algunos detalles acerca de estas hermosas montañas.

Taishan, el monte de la supremacía

Taishan mide 1,524 metros y se localiza en la provincia de Shandong. Destaca por la impresionante cúspide que la corona. En tiempos muy remotos, importantes personalidades de la realeza realizaban en las cumbres de Taishan actos sacrificiales para ganarse el favor de las fuerzas de la naturaleza. Además sabios legendarios dejaron manifiestos de profundo conocimiento grabados en sus peñas. Finalmente comentar que, Taishan es ideal para los amantes de la contemplación de las auroras.

Hengshan, el monte del equilibrio

Se cree que esta accidentada montaña cuenta con setenta y dos picos. Se localiza en la provincia de Hunan, en la región centro sur de la república china. Es la elevación que cuenta con el clima más estable de todas las demás cumbres chinas: la mayor parte del año hermosea en sotos, bosques de bambú, plantas y flores fragantes. Para los chinos es el monte de la belleza, sin más.

Heengshan, el monte de la constancia

Como un centinela de la provincia de Shanxi, cerca de Sanqian, en el norte del país, se levanta la montaña de Heengshan. Entre intrigantes formaciones pétreas y arboles milenarios, el místico Templo Colgante aguarda a todos los visitantes para infundirles un poco de su valiosa sapiencia. Este santuario esta integrado por un conjunto de edificaciones de color verde y escarlata, erigidas en los rocosos territorios dela hondonada Jinlongkou. Debido a su singular arquitectura parecería que el templo es una prolongación de los imponentes peñascos. Verdadera poesía geológica, magia china para el mundo.