Bunraku, teatro de títeres
La palabra Bunraku se utiliza para denominar el teatro clásico de títeres de Japón. Se empezó a utilizar hace un poco más de un siglo hacia mediados del período Meiji a partir del nombre de una persona, Uemura Bunrakuken (1737-1810), quien estableció un pequeño teatro de Ningyo Joruri ( teatro de títeres) en Osaka en 1805, medio siglo después del florecimiento de este tipo de teatro.
La palabra Bunraku, se usaba tanto para el teatro como para la compañía, debido al éxito del Bunrakuza, Bunraku y Ningyo Joruri se convirtieron en sinónimos hasta que Bunraku se empezó a utilizar para referirse al tipo de teatro en sí como ocurre en la actualidad.
Los tres componentes del teatro Bunraku son, el canto narrativo responsable de la historia, la interpretación del samisen y la manipulación de los títeres.
El narrador emplea un texto el cuál coloca frente a él y que contiene tanto los textos como las indicaciones de entonación además, el escenario es concebido de tal forma que los títeres aparecen como si estuvieran al nivel del suelo.
El samisen proporciona la melodía, pero más que ser un mero acompañamiento, la música de este también debe transmitir matices emotivos y psicológicos.Las dos características del Bunraku que lo diferencian de otros teatros de títeres del mundo son, los títeres y las técnicas por las cuales son manipulados.
Los títeres alcanzan un nivel de detalle impresionante siendo réplicas muy realistas a escala. Debido a ello se diferencian tres partes principales que requieren del uso de tres hombres trabajando al unísono, estos se mueven a la vista del público, y no están ocultos ni tras el escenario ni tras una cortinaLas emociones del titiritero deben ser expresadas tan solo a través del títere. Cuanto más fiel sea esta transferencia menos debe ser la expresión reflejada por el titiritero. Así, se consigue, luego de sumergirse en la obra, que los titiriteros desaparecen en el fondo.
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