China y la numerología
En la misma época en que la escritura pictográfica apareció sobre los caparazones de tortuga y los huesos de animales, los chinos inventaron la numeración decimal.
Los números tienen una significación propia, que va más allá de su uso aritmético. En sus célebres Notas sobre el arte de los números, redactadas en el siglo III d. C. , Xu Yue asocia ya los números con los colores y las formas.
Para los chinos 3 (san) es el número fundamental y perfecto a partir del cual, según el Libro del dao, fueron creados los seres vivos.
El 4 es una cifra menos afortunada (como el 13 nuestro, trae mala suerte y hay hoteles que siguen sin poner este número entre los botones de los ascensores), aunque haya dado lugar a algunas clasificaciones más afortunadas, como los ” cuatro libros” confucianos o los “cuatro tesoros del letrado” (la tinta, el pincel, el tintero y el papel).
El 5 fue siempre un número fetiche. Se hablará así de los “cinco secretos de la felicidad” (salud, riqueza, prosperidad, virtud y longevidad); los “cinco elementos”, “los cinco textos clásicos” o “las cinco vísceras” de la medicina.
El 7, por otro lado, era considerado el número Yang más perfecto, mientras que el 9, simbolizaba al Emperador (la mayoría de los palacios imperiales, de hecho, contaban con 9 patios sucesivos).
El 8 traía buena suerte, probablemente por que hay “ocho trigramas” y el 10 representaba la “etapa última“, ya que era en ese punto donde se reunían los “diez troncos celestes” del ciclo del calendario lunar tradicional.
En cuanto al 100 (bai), es sinónimo de profusión y abundancia; y el número 1.000 (wan) simboliza el infinito. “10.000 años de longevidad” (wan sui) no es más ni menos que la inmortalidad. Es lo que entonaba en honor de Mao Zedong, la muchedumbre cuando desfilaba el 1 de mayo , en la plaza de Tian Anmen.
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