Cuticle Detective Inaba
Cuando repasaba las novedades de la temporada de anime del invierno pasado, hubo una serie que me llamó la atención y pensé “¡Una serie que no va de institutos y la vida de sus estudiantes!”.
Teniendo en cuenta los temas de la inmensa mayoría de los animes que últimamente se producen, la verdad es que me alegré de poder ver algo diferente. Además, la historia iba de detectives, y eso podía ser un aliciente añadido… nada más lejos de la realidad, pues después de ver toda la temporada solo me viene una palabra a la cabeza: decepción.
Cuticle Detective Inaba está basada en el manga homónimo original de Mochi que se está publicando en la revista Monthly GFantasy de Square Enix desde principios de 2008, y del que ya se llevan diez volúmenes recopilatorios. Se trata de una comedia shônen de acción y muchas dosis de parodia que ZEXCS ha convertido en una serie de anime de 12 episodios.
La historia trata de un hombre lobo detective capaz de obtener poderes especiales al morder determinados tipos de cabello (cutículas), y como junto a su antiguo compañero en la policía tratan de capturar a Don Valentino y su banda de mafiosos italianos. Hasta aquí todo parece de lo más normal y característico de una historia de detectives, ¿verdad? Bueno, pues aquí se acaba toda la normalidad.
Resulta que Don Valentino es una cabra (quizás por que está como una ídem) que come, literalmente, dinero. Sus ayudantes son un tipo que siempre tiene la cabeza cubierta por una capucha y que está loco por su amado Don; una asesina que, si no acribilla dos o tres veces por capítulo al Don, no lo hace ninguna; y una cría que es una científica loca.
Además, se alía con un grupo de lobos (aunque el Don no sabe que lo son, pues odia a todos los lobos a causa del prota) que desea destruir la policía japonesa. Por parte de los buenos tenemos a Hiroshi Inaba, nuestro detective lobo, sus dos ayudantes, uno de los cuales se viste siempre de mujer y está coladito por su jefe y el otro es un enamorado de los gatos; y el antiguo compañero de Inaba, que es capaz de resistir el impacto directo de un misil.
Bueno, la verdad es que hasta aquí la cosa se plantea como “raruna”, pero eso no quita que la historia pueda estar bien… vanas esperanzas. La vedad es que incluso siendo generoso (muuuuy generoso), la serie como mucho es “pasable si no tienes nada mejor que ver o hacer”.
Todos los capítulos están compuestos por uno o más “casos”, a veces complementados por “extras” en que se explican cosas del pasado de alguno de los protagonistas. Cada caso es una cadena de despropósitos y situaciones absurdas, muchas veces basadas en los fetichismos de muchos de los personajes, grandes dosis de humor absurdo y toneladas de expresiones totalmente exageradas hasta el histrionismo.
Pero en medio de todo ello, poco a poco parece que se abre paso una historia de fondo que de alguna forma reúne a todos los protagonistas en una trama que, lamentablemente, en el anime queda totalmente desangelada, sin resolver, y aún con lagunas que no permiten acabar de saber ni tan solo de qué va todo.
Y también aparecen una serie de personajes secundarios que al principio crees que darán mucho juego, y que finalmente quedan totalmente desatendidos y casi diría que olvidados.
En resumen, una serie como mucho para olvidar, con mucho potencial pero lamentablemente desaprovechado. Posiblemente el manga sea mucho más interesante (no puedo afirmarlo por que no lo he leído), pero sin duda se ha malogrado con esta lamentable serie. Una oportunidad perdida más de lograr hacer algo diferente a lo habitual en las últimas temporadas (y van ya…) de anime.