Okita Soji, de Hakuouki a la vida real

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La historia de los Shinsengumi es una de las que más me gusta y de las que, al investigar, te dan ganas de saber más, de haber vivido en esa época. Si te pasa como a mí, vas a disfrutar con la lectura de este artículo.

En él, como ya hicimos la semana pasada con Hijikata Toshizou, vamos a conocer de manera más pormenorizada, la vida real de Okita Soji (o Souji) porque sí, este personaje, pese a ser de un anime, en realidad existió. No exactamente como nos lo pintan, pero casi.

Te recuerdo que los Shinsengumi que aparecen en el anime, y de los cuales te estamos contando las historias reales, son: Kondo Isami, Hijikata Toshizou, Inoue Genzaburou, Okita Soji, Nagakura Shinpachi, Saitou Hajime, Todo Heisuke, Harada Sanosuke y Yamanami Keisuke, todos ellos pertenecientes al grupo de Kondou.

¿Estás preparado para embarcarte en una gran historia? Espero que sí.

La infancia de Okita

El nombre de Okita cuando nació fue Okita Sojiro Fujiwara no Harumasa. Okita, por el nombre (o apellido) de su familia; Sojiro por su nombre; Fujiwara, porque era el nombre del clan al que pertenecía; y Harumasa, su segundo nombre.

Fue él mismo quien lo acortó por Soji (también se cuenta que fue Kondou quien, para llamarle, lo hacía como Soji, y no Sojiro, con lo que al final fue conocido como tal).

El padre de Okita falleció cuando tenía 4 años y de su madre no se sabe mucho, aunque hay documentos que establecen que falleció en 1862. Sí que se sabe que tenía dos hermanas mayores: Mitsu, que se casó con su hermano adoptivo; y Kin.

Hay una leyenda sobre su nacimiento; según parece, Okita nació durante una terrible tormenta, o bien durante un eclipse solar (esta teoría es la más factible ya que ocurrió en junio de 1842, que es precisamente el año y el mes en el que se dice que nació).

A los 9 años, Soji se inscribió en el dojo donde ya estaban Kondou, Hijikata y algunos más. Se hizo muy amigo de Kondou y fue un prodigio con la espada. De hecho, a los 18 años recibió el diploma Menkyo Kaiden (con el que podía transmitir su conocimiento a otros).

Okita e Hijikata se conocieron en el dojo, pero su amistad no era tan fuerte como para ser considerados, como se dice, hermanos. Al parecer, Hijikata lo acompañaba como ayudante cuando daba clase, es decir, que trabajaban juntos y pasaban mucho tiempo los dos solos.

Sin embargo, eso de que eran muy amigos no se tiene claro. Ten en cuenta el carácter de cada uno, eran muy diferentes entre sí y seguramente tendrían peleas. Se llevaban bien, eso era todo. Quien sí era considerado como su hermano fue Sannan.

En 1861, Okita se convirtió en el Entrenador Principal del dojo y, aunque su personalidad era risueña, amable, etc., en lo que respecta a la enseñanza tenía poca paciencia y era muy estricto con sus estudiantes. Se dice que, al ser tan habilidoso, tenía problemas para entender las dificultades de otros.

Okita y los Shinsengumi

Okita se unió a los Shinsengumi, por lo que parece, en 1863, siendo el segundo más joven que se unía (el primero ya te figurarás que fue Heisuke Todo).

Nada más entrar, fue nombrado Capitán de la primera división de los Shinsengumi, cargo que mantuvo aún enfermo hasta la Guerra Boshin, cuando se tuvo que retirar de la batalla definitivamente.

Además de ser capitán, fue un profesor de Kenjutsu. En esa época modificó su nombre al de Okita Soji Fujiwara no Kaneyoshi.

A pesar de su cargo, su personalidad cómica, amable, divertida, continuo y muchas veces se le veía jugando con los niños pequeños. Eso sí, cuando se ponía serio era un peligro y muchos lo temían (en las peleas, si se las tomaba en serio, era un oponente invencible).

De los Shinsengumi, Okita era uno de los tres espadachines más fuertes, aparte de Nagakura (Shinpachi) y Saitou (hay un debate acerca de quién era “el más fuerte”, si Saitou u Okita).

Durante la batalla de Ikedaya Okita comenzó a enfermar rápidamente. Su enfermedad: tuberculosis. Aún así, era sabido que Okita solía tener una salud muy débil y problemas de estómago (comía muy poco y solía dejar los banquetes pronto). Le gustaba beber, al igual que a muchos hombres, pero no tanto como a sus compañeros.

Okita llevó en silencio su enfermedad hasta que, en la batalla Toba-Fushimi, ésta se aceleró hasta el punto de no poder luchar más. A partir de ahí tuvo que permanecer en los cuarteles con Kondou.

Más tarde, después de dejar Edo, ya no podía levantarse de la cama. Fue Kondou quien estuvo a su lado (hay que tener en cuenta que era como un padre para él) y fue él quien lo llevó a ver a Matsumoto (un médico).

En cuanto al lugar donde permaneció para recuperarse de la tuberculosis fue el “hospital de tuberculosis” de Matsumoto Ryojun. Poco después de salir del hospital, Okita fue llevado a la casa Uekiya en Sentagaya, Edo, cerca del puente Ikejiri. En esa época había muchos árboles y un pequeño molino de agua.

También se decía que era un lugar oscuro porque allí, por la noche, solían ir animales sobrenaturales como lobos o tanukis (perros rabiosos).

Cuando Kondou e Hijikata fueron a Kofu, Okita, ya recuperado, los acompañó y disfrutó de la compañía de la familia Sato, además de la de Kondou e Hijikata. Sin embargo, la felicidad no duró mucho porque Okita volvió a empeorar y tuvo que ser trasladado a Edo de nuevo para sus últimos días.

El final de Okita

El 19 de julio (30 de mayo según el calendario lunar) de 1868, Okita murió en la casa Uekiya. Durante sus últimos días, siempre preguntaba por Kondou porque no le dijeron que éste había sido ejecutado.

Hay una historia que cuenta que un gato negro visitaba todos los días a la misma hora la casa Uekiya y se le quedaba mirando a Okita. Éste pensó en matar al animal y exponerlo en la terraza. De hecho, fue ahí donde encontraron su cuerpo. El motivo es que hay una leyenda que dice que los gatos negros son un aviso de la muerte a aquellos con tuberculosis.

Okita fue enterrado por su familia la misma noche en el templo familiar en Edo con su nombre original de nacimiento (Okita Sojiro Fujiwara no Harumasa), aunque en los documentos de defunción sí pone Okita Soji.

La tumba está en el área Roppongi de Tokio, en el Templo Senshouji, muy cerca de donde él nació. Hoy en día su tumba puede ser visitada sólo una vez al año.

Aun en sus últimos días, no perdió la sonrisa; es toda una leyenda cómo mantuvo su sentido del humor. Esa manera de vivir y de morir muestra que el valor no está en una batalla sino en “vivir”.

Okita murió con 25 años.

Okita y el amor

Si la parte histórica de los personajes ya es complicada de por sí, porque hay muchas contradicciones y suposiciones, en el tema romántico se vuelve mucho más complicado y lleno de rumores e historias que no se pueden confirmar. Por un lado, hay dos rumores acerca de la vida sentimental de Okita.

Una de las historias nos viene del doctor Matsumoto Ryojun, que consideraba que Okita era un “seidouji”, traducido como “virgen”. De hecho, eso mismo pensaban Kondou e Hijikata.

A decir verdad, esto contradice el resto de historias que se cuentan y no porque no fuera popular con las mujeres. Eso sí, no era tan guapo como nos lo ponen en el anime. Okita tenía una piel oscura, amplios hombros, era muy delgado e incluso dicen que podía tener un poco de joroba en la espalda.

También dicen que su voz era muy aguda y fina. Era mucho más alto que Hijikata, llegando a los 170 cm (era casi tan alto como Saitou). Además, se dice que era muy escrupuloso con la higiene y estaba obsesionado con la misma.

En relación a su aspecto, también se dice que Okita era en realidad una mujer que se había disfrazado para entrar en el ejército y vengar la muerte de sus padres, aunque eso no tiene solidez. En lo que sí coinciden muchos era en que tenía rasgos femeninos, pero con una fuerza descomunal, a pesar de tener brazos finos, voz suave, piel blanca y un rostro afeminado.

Siguiendo con su vida amorosa, la primera mujer que se relaciona con Okita fue en el dojo donde entrenaba de joven, en el Shieikan. Había una joven (al parecer hija adoptiva de Kondou que limpiaba y lavaba allí, aunque no se sabe ni su nombre ni su edad).

Ella se encaprichó de Okita y muchos dicen que fue ella quien le decía a menudo que quería ser su esposa. Sin embargo, Okita la rechazó alegando que aún estaba entrenando. Eso le causó tal conmoción a la chica que intentó quitarse la vida cortándose el cuello, pero no lo hizo bien y no murió.

Finalmente esa chica se casó con otro, ayudada por Kondou. De todas formas, ya te digo que no hay documentos que avalen esta teoría.

Otra mujer que se relaciona con Okita es la hija de un doctor (no te hagas ilusiones, por lo que he investigado, Yukimura Chizuru no existió) en Kioto. Según dicen, Okita tuvo que cortar su relación con ella por Kondou ya que ni él ni Hijikata aprobaban la relación.

A decir verdad, cuentan que es probable que ambos se encontraran de nuevo cuando Okita fue hospitalizado pero, si hacemos caso a esta historia, y la vinculamos con las palabras escritas en una tumba de 1867 (un año antes de que Okita muriera), podríamos pensar que fue su primer amor.

Aunque Kondou Yuugorou opinaba que Okita sólo se servía de sus conexiones para su propio beneficio.

Relacionada con esta mujer se dice que hay una misteriosa tumba en el Templo Kouenji, en Kioto, que pone “Okita’s relation” (algo así como “pareja de Okita”). Cuando se estudió el kaimyo (nombre budista dado al morir), se descubrió que era una mujer mayor y además samurái, así que posiblemente no esté relacionada con él.

También hay otra teoría que dice que tuvo un hijo con la hija de un doctor, basada en varios documentos y cartas encontradas en la casa de Okita (o en la de otra persona) según un periódico de 1937 (“Capital Newspaper” de 27 de julio de 1937). De todas formas, no hay nada que confirme la teoría.

Sin embargo, no acaba aquí la cosa (creo que de todas las vidas amorosas que voy a investigar, la de Okita es la que más llena de misterios voy a encontrar).

Se dice que la persona de la que estaba enamorado, y con la cual mantenía un romance, era la esposa del jefe del clan Gokajishi, Zaemon o Sakai. La mujer era un año mayor que Okita y se divorció de su marido (según dicen, por Okita) y tenía hijos (de su matrimonio, aunque varios documentos hablan de un hijo después de divorciarse (aunque sin pruebas)).

En realidad, no se puede decir nada que se fundamente en la realidad porque no se conserva ningún documento al respecto. Si tuvo o no hijos (porque hay otra historia con una misteriosa mujer que dio a luz una hija), si se enamoró o fue virgen, eso es algo que Okita se llevó a la tumba con él.

Okita en Hakuouki

Vista la historia (y la posible imagen) de Okita, no es de extrañar que la imagen que le dan en el anime difiera bastante con su imagen real. Sin embargo, sus rasgos físicos sí que se le parecen un poco al original (la cara afinada, sus pómulos, etc.) así como la altura.

En cuanto a su personalidad también está clavada en el anime. Chistoso, divertido, amigable. Esos son los calificativos que se le pueden dar a este personaje que es, sin duda, muy querido por sus fans. Sin embargo, y como su historia dice, también sabía ponerse serio cuando era necesario, normalmente en las batallas.

En el anime también vemos la amistad con Kondou (la escena de éste preocupándose por él y el rostro feliz de Okita venía por algo más que una amistad con Kondou ahora que sabemos algo de su historia, por eso Hijikata se queda al margen).

Este personaje pasa por varios estados en el anime. Será uno de los personajes que se ve evolucionar rápidamente porque al principio se veía a una persona fuerte y con ganas de vivir, y cómo se va apagando poco a poco.

Fuente | Biographicon

Fuente | Shinsengumi Saitou Miburo

Fuente | Shinsengumi no Makoto

Fuente | Wikipedia

Fuente | Wikilingue

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