Historia de China VIII. La Dinastía Tang
La dinastía Tang (618-907) lleva la cultura china a su máximo esplendor. las artes se desarrollan bajo el patrocinio de la corte imperial y las leyes favorables al bienestar del pueblo proporcionan un periodo de paz.
La población crece, el budismo se extiende por China y el comercio con los paises cercanos se multiplica.
La poesía florece como no lo había hecho nunca y la Ruta de la Seda se convierte todavía más en una gran vía de entrada de nuevas ideas y corrientes.
La influencia de los Tang alcanza al centro de Asia. Desde Corea y Japón vienen a China monjes y estudiantes fascinados por la grandeza del imperio.
Los emperadores prohiben a las autoridades locales cualquier abuso sobre los extranjeros, que volverán a su país como embajadores d ela cultura china, con las ciencias, las costumbres, las artes y la religión de China.
Las rebeliones de An Lushan y Shi Siming, en el siglo VIII, aunque sangrientas, no cuentan con el apoyo de un pueblo satisfecho y acaban por ser sofocadas por las tropas imperiales.
Pero a fines del siglo siguiente la corrupción y la injusticia crean resentimientos por todo el país. Nuevos levantamientos acaban con la dinastía Tang en el año 907.
A ello le sigue un período de guerras y desórdenes que dura 50 años, conocido en la Historia como Las Cinco Dinastías y los Diez Reinos (907- 960)
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